Capítulo 24

Vadim

Mi puño se estrelló contra su nariz y sonreí maliciosamente. Otro golpe. Creo que escuché el crujido de su hueso. Bien. Se lo merece por lo que hizo. Sus súplicas no hicieron más que alimentar mi rabia. Di un paso atrás y me quité el guante de cuero. Adam sostuvo su cabeza para mí. Alcanc...

Inicia sesión y continúa leyendo