CAPÍTULO 105: El verano de la Virgen, Parte 45

Michael me jala hacia la furgoneta, abre las puertas y me señala con la cabeza para que entre.

—Michael... —protesto—. ¿Y si alguien se da cuenta?

—Entonces muévete rápido, para que no lo hagan. Entra.

Subo y él cierra las puertas detrás de nosotros. La furgoneta está medio llena con grandes cart...

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