Capítulo 22 – El Ferrari, el gato y las grietas

Gael

El motor ruge como debe. Vibrante. Preciso. Orgulloso. El Ferrari rojo sangre se desliza por la avenida como una promesa. Como la maravilla que definitivamente es. Y Abril, sentada a mi lado, parece más emocionada por el auto que por mí.

¿Es en serio?

¡Yo soy mas guapo que el auto!

Sus ojos...

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