Capítulo 28. El comienzo de una rutina

Abril

Me estiro en la gran cama de Gael. Siento el cuerpo tenso. Dolorido. Pero no un dolor que daña. Es una sensación deliciosa. Una dolencia con emociones intimas y satisfactorias que se disfrutan y complace.

Gael Montenegro es un gurú en el sexo.

Me acomodo acurrucándome entre las sábanas. Lo ...

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