Capítulo 32. Dia reflexivo, besos intensos y confianza

Gael

La luz de la mañana me ciega con su resplandor. He dejado una rendija en la persiana para que Abril pueda estar tranquila. Al parecer no le agrada tanto la oscuridad. Acaricio su cabello enredándolo entre mis dedos. El rojo de las hebras es intenso, entre naranja y cobre. No tengo claro como d...

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