Capítulo 31

Me besó durante mucho tiempo, muchísimo tiempo, hasta que el bebé que dormía a nuestro lado se despertó llorando fuerte, y solo entonces me soltó a regañadientes y levantó al niño para calmarlo.

—Vamos a portarnos bien a partir de ahora, ¿de acuerdo?

Mi corazón latía rápido, mi mente estaba en des...

Inicia sesión y continúa leyendo