Capítulo 104. El Palacio Real 12

El cabello cobrizo de la doncella era lo único que la hacía reconocible. Sus faldas estaban levantadas y no llevaba ropa interior. Tenía las piernas abiertas, con sangre manchando la piedra debajo de ella. Su pecho estaba expuesto, su carne desgarrada y parcialmente comida—probablemente por ratas. M...

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