135. La cueva de cristal 2

Mina se quedó paralizada, labios entreabiertos, el corazón latiendo con fuerza en sus oídos.

—Odiaba el poder que tenías sobre mí —continuó él, acariciando sus pezones con los pulgares, con una lentitud desesperante—. Y quería matar a Hugo porque pensaba que era tu pareja. Su olor estaba por todas ...

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