Capítulo 148. Puro dolor 4

El dolor se extendió por su cuello y hasta su pecho. Era insoportable. Pero no se detuvo. Lo intentó una vez más—y otra vez—hasta que la sangre llenó su boca y tuvo que tragársela.

Tan pronto como cerró la boca, el dolor desapareció.

Volvió a mirar la pulsera—perfectamente lisa, perfectamente sellad...

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