Capítulo 153. El grito 4

El rey Stig levantó la mano, pellizcando el aire. —Solo unas pocas gotas. Pero hay algo más.

Mina lo miró, inquieta.

—Tienes sangre de sirena.

Ella parpadeó, atónita. —Pensé que era humana. ¿Y ahora dices que tengo sangre de demonio y de sirena?

—No olvides —dijo el rey Stig— que también tienes sang...

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