Capítulo 141

—No— dije, y mi voz ya temblaba. Mis manos temblaban. Toda mi maldita alma temblaba. —Simplemente no. No entres aquí, Damon. No te atrevas a entrar en esta habitación como si tuvieras derecho. Como si pudieras aparecer y arreglarlo con esa cara estúpida y esos ojos tranquilos y esa mierda de estoy-t...

Inicia sesión y continúa leyendo