Capítulo 184

Lyra

—Oh, Dios mío.

No, en serio. Oh, Dios mío.

¿Damon acaba de decir eso?

¿De verdad se quedó ahí—ancho, manchado de sangre y aterradoramente atractivo con esos ojos oscuros de Alfa aún brillando—y anunció al mundo, a Camilla, a mí, que sí, me había estado follando?

Sí, sí lo hizo.

Sus ojos ardían ...

Inicia sesión y continúa leyendo