Capítulo 206

Lyra

—Pero no voy a mentir, gatita—murmuró, su mano deslizándose por mi costado como si fuera dueño de cada centímetro de mi piel—, tus tetas son grandes ahora.

Parpadeé, todavía tratando de calmarme del pánico que acababa de aliviar, y luego me quedé sin aliento cuando él inclinó ligeramente la...

Inicia sesión y continúa leyendo