Capítulo 226

Lyra

—Hazlo— supliqué, con los ojos desorbitados—. Ven dentro de mí, papi. Átame. Entiérralo. Lléname de nuevo.

Sus manos agarraron mis caderas. Su rostro enterrado en mi cuello. Su polla se estremeció violentamente.

Y entonces se corrió.

Espesas ráfagas de semen Alfa explotaron dentro de mí como...

Inicia sesión y continúa leyendo