Capítulo 234

Mis manos subieron para agarrar mis tetas y apretarlas justo en su cara. Froté mis pezones, derramando leche sobre sus muslos, luego me eché hacia atrás y dejé caer la cabeza, con el vientre curvado y el cuerpo arqueado.

—Oh, joder... Papi... mírame—gemí—. Mira lo sucia que se ha puesto tu pequeña ...

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