Capítulo 320

—No viniste —continuó ella, levantando la barbilla, sus ojos afilándose como cuchillas siendo afiladas—. Se celebró el funeral de tu hermano y tu hija, y no estuviste allí.

—Los enterraron sin ti. ¿Sabes lo que eso me hizo? Estar sobre el ataúd de un hijo mientras el otro se mantenía alejado como si...

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