Capítulo 324

—Puedes— susurró Damon contra mi oído. Sus manos sostenían mi rostro, manteniéndome unida cuando me estaba desmoronando—. Por favor, no llores, gatita. Eres fuerte. Eres más fuerte que nadie. Puedes darme el resto. Dame todo. Te tengo.

Estaba temblando, sollozando, gritando, pero de alguna manera a...

Inicia sesión y continúa leyendo