Capítulo 330

Y oh Diosa, lo hice. Gemí tan fuerte que me dolía la garganta, mi cuerpo temblaba, mis caderas se movían porque una vez que él estaba dentro de mí no había vuelta atrás. Estaba perdida. Arruinada. Suya.

—Así es —gruñó, echando la cabeza hacia atrás, su voz quebrándose, y ese sonido—escuchar a Damon...

Inicia sesión y continúa leyendo