Capítulo 41

Empujé la puerta y salí al pasillo.

La fiesta seguía. Ruidosa. Borracha. Cachonda.

Apenas podía ver a través de la neblina de luces, sudor y cuerpos en movimiento. La música retumbaba en las paredes. Alguien gritó desde el piso de arriba.

No me detuve.

No miré atrás.

Caminé rápido, agarra...

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