Capítulo 7

Debería haberme sentido satisfecha. Pero ¿adivina qué? No lo estaba.

Mi cuerpo debería haberse colapsado y quedarse quieto, temblando en la neblina post-orgásmica, agotada por mis propias manos patéticas. Pero no fue suficiente. Joder, ni siquiera estuvo cerca. Porque en el segundo en que dejé de ...

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