Capítulo 70

La aparté y la miré directamente a los ojos, el nudo aún palpitando dentro de ella, todavía manteniéndonos unidos como un sello.

Mi semen aún goteaba, caliente y espeso, esparcido entre nuestros cuerpos en hilos brillantes, y su coño seguía apretándose a mi alrededor como si aún estuviera procesan...

Inicia sesión y continúa leyendo