Capítulo 74

Abrí los ojos.

Miré de nuevo la tela empapada.

Y mierda.

La vista de esa mancha oscura y pegajosa en el medio hizo que mi garganta se apretara.

—¿Me suplicaste con esto, no? —pregunté, sosteniendo las bragas como si pudieran responder—. Tu coño empapó esto antes de que siquiera te tocara.

...

Inicia sesión y continúa leyendo