Nuestros corazones laten al unísono

—Eres un mentiroso; nunca pones atención en mí para que me encuentres impresionante. Tu corazón no está conmigo; eres ciego a lo que tienes, y yo no soy lo que ves. Así que deja de mentirme— gruño, mi corazón llorando, incapaz de soportar la verdad de su corazón.

Nunca me ha dicho palabras tan herm...

Inicia sesión y continúa leyendo