Capítulo 129

Noah

Empujé hacia atrás lo suficiente para bajar mis calzoncillos hasta los muslos y patearlos a un lado. Aiden se recostó más profundamente en las almohadas, su gran cuerpo extendiéndose, las piernas cayendo abiertas a cada lado de mí. No era solo una invitación—era una rendición. Permiso. Mi ...

Inicia sesión y continúa leyendo