Capítulo 148

Aiden

Micah disfrutaba cada segundo de la escena, gozando del deseo en mis ojos, porque aunque mi corazón estaba distante, mi maldito cuerpo respondía a sus jadeos, sus gemidos, y la forma en que sus caderas se movían, rogándome que lo follara… Pero no moví un dedo. Solo observé cómo otros le d...

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