Capítulo 154

—Aiden

Debían ser más de las dos de la mañana cuando empezaron los golpes.

Me desperté con el pulso acelerado, desorientado, las sábanas enredadas alrededor de mis piernas. Lo último que recordaba era un sueño—algo pesado, sin rostro, de esos que te dejan temblando sin saber por qué. Luego el soni...

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