Capítulo 25

Noah

¿Qué parte irracional y desquiciada de mí permitió que esto sucediera?

Todavía estaba en el suelo, acurrucado contra su pierna como un maldito cachorro, con las muñecas adoloridas por la corbata de seda que me había mantenido en su lugar, los muslos temblando por lo cerca que había estado...

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