Capítulo 28

Desde la primera serie, supe que estaba sufriendo. Sus movimientos eran rígidos. Calculados. Un poco demasiado tensos alrededor de las caderas, los muslos. Moretones—no visibles, pero sabía dónde estaban. Porque yo los había puesto allí.

Nunca dudó. Ni una sola vez. Pero su cuerpo sí. Un espasmo si...

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