Capítulo 32

Aiden

Entré al vestuario justo cuando las risas se apagaron. Murmullos bajos—demasiado bajos. Como secretos sellados detrás de los dientes en el momento en que crucé la puerta.

La voz de Keon. La de Miguel también. Y Noah, parado inmóvil entre ellos con las mejillas sonrojadas, los ojos bajos ...

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