Capítulo 38

Noah

En el instante en que la venda cubrió mis ojos, el mundo cambió. La suave luz de la habitación desapareció. El calor de la mirada de Aiden se desvaneció. El techo, la cama, incluso mi propio cuerpo se difuminaron en algo distante y desconocido. Todo lo que me quedaba eran sonidos. Piel. Re...

Inicia sesión y continúa leyendo