Capítulo 41

Noah

Los días se difuminaban en un ritmo que no quería romper.

Cada noche era igual, y de alguna manera esa monotonía era adictiva. Montaba la bicicleta que Aiden me había dado a través de la ciudad, la estacionaba en el mismo lugar fuera de su garaje y me dejaba entrar con la llave.

Para ent...

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