Capítulo 100

Amelia

Cerré mi laptop y giré el cuello, sintiendo el satisfactorio crujido de la liberación de tensión. Después de seis horas seguidas de consultas con pacientes, papeleo y dos cesáreas exitosas, mi cuerpo pedía a gritos un descanso. Me quité la bata blanca, colgándola cuidadosamente en el gancho ...

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