Capítulo 132

Mis palmas sudaban mientras Laura me empujaba en la silla de ruedas hacia la casa de George. La silla de ruedas era innecesaria, pero Laura insistió en que "vendería mejor nuestra historia". David caminaba detrás de nosotros, su rostro una máscara de justa indignación.

—¿Listo, Felix? —susurró Laur...

Inicia sesión y continúa leyendo