Capítulo 15 Cortarse los dedos

El taxi avanzaba por la noche.

David, aún nervioso, apretaba fuertemente la mano de Victoria.

—Victoria, ¿quién era ese tipo? ¿Qué quería?

—Solo un loco —Victoria se recostó, su voz distante y cansada.

—¿Y mi dinero?

—¡Papá! ¿En serio, el dinero ahora? —Victoria lo miró con desaprobación—. Si q...

Inicia sesión y continúa leyendo