Capítulo 33 Salvar a la gente

—¡Apúrate! ¡Muévete!— urgió Victoria, su corazón latiendo con fuerza.

La voz de Adrián resonó desde la cabina de mando —Aguanta fuerte.

En ese momento, la gente en El Gran Pájaro también avistó a los visitantes no deseados.

—¡Bang! ¡Bang!

Las balas silbaron, golpeando el casco del yate e incendi...

Inicia sesión y continúa leyendo