Capítulo 37 El amor que no se puede expresar

Victoria se estremeció, mordiéndose el labio con fuerza. No estaba acostumbrada a tomar el control, especialmente en este tipo de situación.

Una sensación como de un millón de hormigas recorriéndole el cuerpo la hacía picar incontrolablemente, su humedad traicionando su nerviosismo.

Con determinac...

Inicia sesión y continúa leyendo