47

Capitulo 47

Amelia despertó inquieta la mañana siguiente. Apenas había dormido. Sebastián se había quedado con ella toda la noche, pero no había sido el amante tierno ni el hombre protector de antes: había sido posesivo, casi brutal en su necesidad de marcar territorio, de recordarle con cada c...

Inicia sesión y continúa leyendo