54

Capitulo 54

Amelia despertó tarde. El sol ya entraba a raudales por las enormes ventanas del penthouse, dibujando formas caprichosas sobre las sábanas blancas. Sebastián no estaba. En la mesa de noche había una nota, escrita con su caligrafía firme y elegante: “No tardes en bajar. Tengo planes ...

Inicia sesión y continúa leyendo