¿Puedo tenerlo?

Capítulo 58: ¿Puedo Tenerlo?

—Oh, Dios mío...— Mi respiración se detuvo en mi garganta y di un paso atrás tambaleándome. —Oh, Dios mío de verdad. No puede ser. No puede ser.

El coche brillaba en el garaje como si un pedazo de sol hubiera decidido aparcarse en la propiedad de los Hart. Elegante...

Inicia sesión y continúa leyendo