43/ EL TIO DE DARIO

Todos los días con Dario eran iguales, nada más despertarme debía de abrir todo lo que podía mis piernas poniendose el monstruo en posición en medio de ellas, dejando las marcas de sus dedos y de sus dientes por donde iban pasando por todo mi cuerpo. Dario cumplia su palabra aunque parecía que yo no...

Inicia sesión y continúa leyendo