68

Me inclino sobre el rostro pálido de Lior, su respiración es tan superficial que necesito poner mi oído en su pecho para escuchar los latidos de su corazón. Los monitores resuenan y chillan a nuestro alrededor, un coro de desastre que hace que mi loba empiece a caminar inquieta bajo mi piel. Su cabe...

Inicia sesión y continúa leyendo