Capítulo 119

Las damas, especialmente Sandra, oscurecieron inmediatamente sus expresiones—no hacia Sebastián por su excesivo consentimiento, sino hacia Adeline por su ignorancia del protocolo al manipularlo para entrar.

Al captar la mirada severa de Sandra, el rostro de Adeline se congeló. Instintivamente miró ...

Inicia sesión y continúa leyendo