Capítulo 9

Después de que el evento terminó, no me sorprendió ver el Rolls-Royce de Simon Turner estacionado abajo en el hotel.

Él se apoyaba en el coche, mirándome con aparente anhelo.

—Ah, Diana.

Asentí educadamente y dije:

—Señor Turner.

Un destello de dolor cruzó por sus ojos mientras preguntaba:

—¿Me odia...

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