Pendiente

Estábamos afuera en la nieve.

"Dos pares de esquís, por favor", le pedí a la señora que nos entregó dos juegos de esquís con una cara muy reacia.

"Yo puedo cargar mis propios esquís, Ace", le dije rodando los ojos. "Lo sé", respondió, pero no me los entregó. Apreciaba las pequeñas cosas que hacía po...

Inicia sesión y continúa leyendo