Capítulo 1051 En el momento crítico, todavía tengo que confiar en mi querida

Para su sorpresa, ahí estaba él de nuevo, parado justo frente a ella.

Penelope levantó la vista, desconcertada.

Con una sola mirada, casi perdió el equilibrio por el shock.

Ese rostro familiar, esa figura alta, el traje perfectamente planchado... ¡era Kelvin!

Penelope tragó saliva con dificultad...

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