Capítulo 157 Cosas robadas, eventualmente deben ser devueltas

Kelvin no respondió.

—¡Bien, quiero verlo por mí misma, Fiona muriendo obedientemente! Ella tomó lo que me pertenecía, y ahora debe devolverlo todo al doble.

—Y tú —Penélope miró a Kelvin—, deberías estar mil veces, no, diez mil veces más miserable que yo. Si tan solo el niño estuviera aquí, podrí...

Inicia sesión y continúa leyendo