Capítulo 711 No te molestes en pedir piedad

Brent, de pie cerca, se sintió desolado.

—Está bien, está bien, Isabella, detente.

Pero Isabella no le hizo caso en absoluto y siguió postrándose.

—Penelope —Brent se volvió hacia Penelope—. Por favor, pídele que se detenga. Es suficiente. Su frente ya está herida. Ya sabe que está equivocada.

P...

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