Capítulo 763 Solo podemos hacer una apuesta

No habían pasado ni dos minutos cuando el teléfono de Debra sonó con un nuevo mensaje.

Lo sacó, lo miró y exclamó de inmediato con alegría.

—¡Llegó! ¡Llegó! ¡Doscientos millones de dólares, es real! ¡Isabella, mira!

Debra mostró la pantalla del teléfono a Isabella.

—¡Somos ricas! ¡Nunca más tend...

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