Capítulo 841 Preparar el desayuno

—No tienes que esforzarte tanto, Penelope.

—No me estoy esforzando. Penelope tomó una respiración profunda. —Sal, puedo cambiarme sola.

La sonrisa de Kelvin se ensanchó.

Le tomó la mano y puso el camisón en su palma.

—Lo estoy esperando con ansias, Penelope.

Penelope lo miró, sintiéndose como u...

Inicia sesión y continúa leyendo