Capítulo 967 Estoy bien, ¡pero realmente la arrastré hacia abajo!

En esta posición, Penelope se sentía como una niña.

El pecho de Kelvin presionaba contra su espalda mientras sus manos se movían con destreza.

Pronto, una imagen apareció en la pantalla de la computadora.

—Penelope, mira esto. Es la vigilancia del camino fuera del hotel —dijo Kelvin—. He estado t...

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